Muchos perros son conocidos por comer cosas que consideramos asquerosas (heces, basura) o no comestibles (piedras, juguetes). Si bien una o dos ocurrencias de vómitos pueden no ser preocupantes, los vómitos también son un signo clínico asociado con afecciones graves e incluso potencialmente mortales que requieren atención veterinaria inmediata.
¿Por qué vomitan los perros?
Los perros vomitan por muchas razones. De hecho, el vómito es un mecanismo que utiliza el cuerpo para protegerse de sustancias peligrosas. Algunos desencadenantes son temporales, como malestar estomacal leve, mareos y síndrome de vómitos biliosos. Pero otras causas están relacionadas con problemas de salud graves, como obstrucción gastrointestinal por cuerpo extraño, exposición a venenos, efectos secundarios de medicamentos, infecciones virales o bacterianas, vólvulo de dilatación gástrica (GDV) o un trastorno metabólico mayor, como pancreatitis, enfermedad renal, enfermedad hepática o crisis diabética.
Los vómitos pueden desencadenar más vómitos
Los vómitos se relacionan con mayor frecuencia con la inflamación o irritación del estómago. Sin embargo, los vómitos también causan inflamación del estómago, haciéndolo aún más irritado y preparándolo para más vómitos. Cualquier cosa que entre en un malestar estomacal, incluso algo tan inofensivo como el agua dulce, puede provocar vómitos. Y es un ciclo que puede salirse rápidamente de control si tu perro bebe o come justo después de vomitar.
¿Qué puedes hacer?
Un episodio aislado y aleatorio de vómitos puede no ser motivo de preocupación. Muchos perros que vomitan tienen problemas menores que mejoran sin tratamiento médico. Dicho esto, la estrategia más segura es buscar atención veterinaria.
Si tu compañero canino ha vomitado solo una o dos veces, esto es lo que puedes hacer en casa para comenzar a controlar los vómitos mientras decides si debes buscar atención médica inmediata:
Recoje los tazones de comida y agua de tu perro de inmediato para evitar inducir vómitos adicionales al permitir que beba o coma demasiado pronto después de vomitar.
Mira a través del vómito antes de limpiarlo. Por asqueroso que suene, lo que ves en el vómito de tu perro puede señalar una causa o indicar su gravedad. A veces puedes encontrar sólo comida. Otras veces es posible que no encuentre nada excepto saliva, mucosidad, agua y/o bilis. Y a veces puede encontrar evidencia de indiscreción dietética (p. ej., envoltorios de goma de mascar o caramelos, chocolate, calcetines o prendas de vestir) o envenenamiento (p. ej., medicamentos, veneno para ratones).
Evalúa cómo está actuando tu perro. Su comportamiento es el mejor indicador de si debes preocuparte o no. Si se comporta normalmente excepto por uno o dos episodios de vómitos, o si quiere comer o beber, probablemente puedas esperar un poco más para ver qué sucede.
Permita que el estómago de tu perro “descanse” al retener todas las fuentes de alimentos y agua durante al menos dos horas, y posiblemente hasta ocho a 12 horas. Si no se producen más vómitos durante ese tiempo, y no aparecen nuevos síntomas (como diarrea), ofrece una pequeña cantidad de agua. Si tu perro bebe y puede retener el agua durante una hora, puedes reintroducir gradualmente mayores cantidades de agua.
Los veterinarios variarán en sus recomendaciones sobre qué tan rápido reintroducir los alimentos después de vomitar. Puedes comenzar a ofrecerle pequeñas cantidades de comida una vez que tu perro haya retenido una pequeña cantidad de agua durante una hora. Otros veterinarios recomendarán esperar de ocho a 12 horas, suponiendo que no se hayan producido nuevos vómitos. Te recomendamos de igual forma consultarlo con tu veterinario de confianza.
La comida de fácil digestión que le ofreces puede ser una mezcla casera de pechuga de pollo deshuesada y sin piel hervida y arroz blanco al vapor. Sin embargo, es probable que tu veterinario te ofrezca una dieta comercial que sea ideal para estas situaciones porque proporciona todos los nutrientes que tu perro necesita para ayudar a que su sistema digestivo se recupere. Independientemente del alimento especial que le des, querrás aumentar gradualmente las cantidades durante uno o dos días. Luego, puedes comenzar a mezclar gradualmente la comida habitual de tu perro.
