Cómo elige tu mascota qué comida le gusta?

Los alimentos comerciales para mascotas generalmente vienen en una variedad de sabores y texturas (por ejemplo, croquetas o enlatados). Estos alimentos se fabrican con estas opciones para que coincidan con las preferencias de los dueños de mascotas, pero también porque su mascota puede tener preferencias por el tipo y el sabor de la comida que le gusta. Pero, ¿qué es exactamente lo que influye en qué alimento le gusta más a tu mascota (o al menos lo que comerá o no)? Vamos a averiguar.

El gusto es una pequeña parte

Los gatos y los perros tienen un sentido del gusto débil en comparación con las personas porque tienen menos papilas gustativas: los gatos tienen alrededor de 470, los perros alrededor de 1700 y las personas tenemos alrededor de 9000 papilas gustativas. Los perros pueden saborear sabores dulces, agrios, salados y amargos, pero a los perros (y gatos) normalmente no les gustan los sabores amargos, por lo que a menudo se usan para disuadir el sabor.

A diferencia de las personas, los perros y los gatos pueden saborear el agua. Los gatos también pueden saborear el compuesto energético ATP (trifosfato de adenosina), que se cree que les dice a los gatos que están comiendo carne, una señal importante ya que son carnívoros obligados. Otra gran diferencia entre los grupos de papilas gustativas de un gato y los de un perro y un humano es que los gatos no pueden saborear las cosas dulces. ¡Un pensamiento horrible para los que somos adictos al chocolate!

Un aroma sabroso

Cuando comemos, alrededor de las tres cuartas partes del sabor que experimentamos en realidad proviene del olor de la comida. El sabor funciona de la misma manera para los gatos y los perros, por lo que, aunque no tienen tantas papilas gustativas como nosotros, lo compensan con su sentido del olfato muy superior.

Si tu mascota prefiere la comida enlatada a las croquetas, posiblemente se deba a que la mayoría de los alimentos enlatados tienen un olor fuerte, lo que los hace más atractivos para gatos y perros. ¡Ciertamente puede crear un aroma delicioso en la cocina cuando abres la lata! Pero el gusto y el olfato no son las únicas influencias en las preferencias alimentarias, hay una cosa más.

La sensación en la boca

Los gatos y los perros también mostrarán preferencias por la textura de los alimentos o la “sensación en la boca”. ¿Conoces a alguien que no come puré de papa porque no le gusta la textura? Preferencias similares pueden ocurrir en gatos y perros: pueden preferir cómo se siente un alimento en la boca sobre otros, lo que incluye la forma y el tamaño de las croquetas. Dato adicional: se cree que algunos perros comen hierba porque les gusta el sabor y la textura de masticarla, no porque se sientan enfermos.

Nutrición primero, luego sabor

En Diamond Pet Foods, priorizamos nuestra elección de sabores en función del cumplimiento de los objetivos nutricionales, la demanda del público y la sostenibilidad de los ingredientes. La nutrición, no el sabor, es siempre la primera prioridad para nuestros nutricionistas y veterinarios cuando formulan alimentos para perros y gatos. Pero, por supuesto, también tiene que saber bien para que las mascotas se beneficien de los alimentos nutritivos, por lo que el sabor es una parte importante de nuestras consideraciones de formulación.

Nuevos sabores y texturas toman tiempo

Si necesitas cambiar a un nuevo alimento para tu mascota, el truco es hacer la transición lentamente. Esto los ayudará a adaptarse al sabor y/o textura de la nueva comida, y ayudará a reducir la posibilidad de malestar estomacal a medida que su tracto digestivo también se adapta a la nueva comida.

En primer lugar, consulta con tu veterinario si el nuevo alimento es adecuado para tu mascota. Comienza mezclando un 25 por ciento de alimentos nuevos con un 75 por ciento de alimentos viejos durante unos días, luego aumenta gradualmente la cantidad de alimento nuevo durante los próximos 10 a 14 días hasta que tenga un 100 por ciento de alimento nuevo. Si está pasando de comida enlatada o húmeda a croquetas, el proceso puede llevar más tiempo, ya que la comida seca tiene un sabor y una textura diferentes. Puedes intentar mezclar un poco de comida húmeda en la croqueta o añadir un poco de agua para animar a tu mascota a comerla.

También es importante no ceder demasiado rápido a las mascotas que se niegan a comer su nuevo alimento. Si tu gato o perro no come su comida de inmediato, deja reposar el tazón por un tiempo. Si te apresuras y les das un filete de carne bien hecho (¡NO RECOMENDADO!) porque no comieron su comida de inmediato, aprenderán ese truco bastante rápido. Pronto terminarás con una cuenta de alimentos muy cara y tu mascota no obtendrá la nutrición que necesita al comer un alimento para mascotas completo y balanceado.

Sin embargo, si tu mascota no ha comido nada durante 24 horas, comunícate con tu veterinario. Se asegurará de que no haya un problema médico que cause la pérdida de apetito de tu gato o perro. Esto es especialmente importante para los gatos porque si no comen durante más de 36 horas pueden desarrollar una enfermedad del hígado graso (lipidosis hepática), que puede poner en peligro su vida.

Las preferencias de tu mascota por los alimentos que comerán y los que no comerán son complejas, al igual que las nuestras. Así que es posible, por ejemplo, que, si tienes dos perros, prefieran alimentos diferentes por el sabor, el olor o la textura.

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